Hace ya un buen tiempo que veo en diferentes lugares la invitación constante a ejercitar nuestro cuerpo, mantener una vida más sana, cuidar nuestra salud y poder tener esa figura y bienestar que, probablemente, todos aspiramos a lograr.
Este deseo queda aún más de manifiesto en el contexto actual, donde la salud de todo el mundo se ve amenazada por el COVID-19, por lo que nutrirnos de buena forma para conservar un sistema inmune capaz de hacer frente a los diversos riesgos de salud que hoy (y antes también) se presentan, tiene un sentido de urgencia diferente, aunque aún muchísimas personas no se sumen al proceso de una vida más saludable.
Aunque es cierto que son cientos de miles de personas quienes han visto reducida su actividad física y han aumentado la ingesta de alimentos poco saludables, con la consabida consecuencia en el peso, la energía, la reducción de su capacidad de hacer frente a diversas enfermedades, etc. También es verdad que existe cada vez mayor consciencia de la importancia de estos temas.
No obstante, existe otro “músculo” que es igual o más importante de entrenar y cuidar, principalmente en estos tiempos donde el miedo, la ansiedad, la angustia y la sensación de incertidumbre frente al contexto cambiante hace muchísimas personas estén viviendo una crisis psíquica, emocional, social y económica.
Así, entrenar nuestra mente es un ejercicio que debemos tomarnos muy en serio y, que además del ejercicio físico y una buena alimentación, requiere una dedicación consciente y de forma diaria, si queremos generar un estado de mayor bienestar y capacidades psico-emocionales que nos permitan no solo ser más resilientes al contexto actual, sino también, hacer frente de manera más adaptativa a que lo que haremos en los escenarios futuros.
Elementos como la lectura, el aprendizaje de un nuevo idioma, la música, la práctica de instrumentos musicales, ejercicios como puzzles, entre otros, son verdaderas rutinas de ejercicio que aumentan nuestra capacidad sináptica, nos ayudan a estimular la generación de sustancias bioquímicas que aumentan nuestra sensación de satisfacción, nos ayudan a ser más creativos, gestionar mejor nuestros estados emocionales, construir nuevas capacidades de resolución de problemas, entre muchísimas otras áreas que impactan directo en nuestra vida.
Tal vez usted ha decidido que no cuenta con el tiempo, las condiciones o el espacio para hacer ejercicio o comer saludable, pero cualquier excusa a hacer “abdominales mentales” le obligarán a inventar mejores excusas, porque solo necesita tomar la decisión para conseguir un pase gratuito a ese centro de entrenamiento que le ayudará a tener una mejor vida, construir días más felices, lograr de mejor forma sus diversos desafíos, y construir una capacidad cerebral que le ayudará a adaptarse a los cambios de mejor forma y contar con capacidades para construir el futuro en el que a usted le gustaría participar activamente.
Personalmente, estoy convencido de que el contexto que vivimos es un cambio gigante en muchas áreas de la vida, sin embargo, el que sea una crisis que arruine nuestras vidas, o el contexto necesario para reinventarnos y construir un contexto mejor para nosotros, nuestras familias, comunidad y sociedad en general, es algo que dependerá fuertemente del “programa” que tengamos instalado en nuestra cabeza y de la capacidad de procesamiento que hayamos construir en esta “computadora” que todos tenemos a disposición y que no requiere internet para que pueda funcionar.
No sé lo que estés haciendo o pensando hacer, pero independiente de lo que sea, tal vez sea el momento de (además de cuidar tu salud física) comenzar a ejercitar el “músculo” más importante que todos tenemos, nuestra mente.