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Cambiar primero

La mayoría de las personas dicen querer cambios, ya sea en el ambito político, social, económico, en sus relaciones laborales o en sus vínculos familiares. Los seres humanos, pareciera ser, somos unos eternos insatisfechos que queremos que las cosas sean diferentes. 

Esta búsqueda constante de cambio ha ayudado a nuestra inquieta capacidad creativa que nos permite moldear el mundo que nos rodea y construir en lo cotidiano, aquello que antes eran solo ideas. 

No obstante, también este deseo de cambio externalizado que pareciera reinar por estos tiempos, nos quita de algo que es fundamental: hacernos cargo de nuestro propio cambio. 

Cuando queremos cambiar lo que está fuera de nosotros, sin modificarnos nosotros mismos, entonces estamos en el anhelo que usualmente lleva a la frustración, la rabia y la desilución. Quiero que mi pareja cambie, que mi jefe cambie, que el gobierno cambie, que la economía cambie, etc, etc, etc. 

Pero ¿y tú? ¿quieres cambiar? ¿qué quieres cambiar? No existe real transformación sin mirarnos en el interior y trabajar sobre nuestras propias brechas de habilidades, de competencias, de consciencia, etc. 

Cuando revisamos lo que se plantea desde las líneas de autoliderazgo, lo que encontramos una y otra vez, es esta idea de que antes de conducir a otras personas y lograr el cambio o la inspiración, debemos construir el proceso y las habilidades para gobernar nuestras ideas, emociones, hábitos y la vida en general. Quien no gobierna su propia vida no está en condiciones de cambiar al mundo, al menos no de hacerlo de forma virtuosa. 

La virtud es un concepto que espero desarrollar en otro artículo futuro, ya que es algo perdido en estos tiempos, olvidado e incluso devaluado.

Pero si volvemos a la idea principal de este texto, es que necesitamos mirar dentro, trabajar primeramente con nosotros y dejar de esperar que el cambio lo haga el resto y venga desde otro lugar. 

Por cierto que existen muchas cosas que deben mejorar, pero para transformarlas debes tú también colaborar, y para aportar de forma efectiva, debes estar en condiciones de hacerlo, es decir, trabajar primero en ti. 

Así que te invito a pensar. ¿qué cambio quieres hacer en ti? ¿qué quieres aprender que aún no logras hacer bien? todo en la vida es aprendizaje y por medio de éste se pavimenta el camino a la plenitud que tanto añoramos. 

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Episodio 63: Dos temas importantes sobre el placer

Las personas buscamos sentirnos bien y poder construir bienestar en nuestra vida. Algunas veces estamos buscando sentirnos bien hoy mismo y otras estamos dispuestos a sacrificarnos hoy para poder seguir un propósito más a largo plazo. ¿Cuál es de estos dos caminos es mejor para poder construir un bienestar sólido en nuestra vida?

Justamente de esto quiero compartir contigo en este nuevo episodio de “Un día a la vez”. ¿Tú prefieres vivir centrado solo en el hoy o eres de quienes apuesta solo al futuro? ¿qué te genera más placer? ¿qué actividades te motivan más?

Te invito a escuchar este nuevo episodio.

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Creando el propio camino personal

Cada persona va tomando decisiones que dan forma, de manera planificada o intuitiva, a la vida que vamos teniendo y los resultados que obtendremos. Aunque esto nos suena obvio y evidente, lo cierto que es solemos olvidar que son muchas más las cosas que ignoramos y las variables “ocultas” que aquellas que realmente conocemos o estamos controlando en nuestra propia vida. Esto nos lleva a tomar decisiones equivocadas o sencillamente e tener pronósticos que luego tenemos que explicar de forma muy sencilla, ya sea atribuyendo todo el mérito a una nueva única situación, o bien encontrando explicaciones que se acercan más a lo místico que a la comprensión profunda de las cosas.

 

De esta manera, vamos creando el propio camino de vida, con aciertos y otros que nos parecen “fracasos”, con aprendizajes y otras veces con una tozudez absurda que nos dificulta el camino a darnos cuenta y evolucionar interiormente.

 

Cambiar se vuelve esencial, además de inevitable, si queremos hacer de nosotros y de nuestros resultados algo diferente, y esto también es parte de ir creando el propio camino.

 

En estos tiempos veo que la transformación es más bien un cambio de “carcasa” que una transformación y aquí solemos equivocar el rumbo. Tal como algo que endulza no necesariamente es azúcar o como versa el viejo dicho “no todo lo que brilla es oro”, lograr comprender la diferencia entre lo que algo parece y lo que algo es, se puede transformar en el gran aprendizaje de la vida, aplicable a los más diversos ámbitos de ésta.

 

Así como cambiar no es lo mismo que transformarse y saber no es lo mismo que aprender, de la misma manera cuando pensamos en construir el propio camino personal, que algo en nosotros se proyecte o parezca de cierta forma, no será el indicador que de cuenta de esa metamorfosis que tal vez andemos buscando.

 

Para lograr los resultados que queremos no basta con hacer cosas diferentes, sino que debemos pensar (en mi opinión) en qué persona debiéramos convertirnos, por lo tanto, en aquellos aprendizajes que aún no adquirimos o en esos que debemos dejar atrás para cambiar nuestra mirada, nuestra identidad incluso. Cuando uno hace lo que es, dicho ciclo de resultado fluye por nosotros. Cuando uno hace lo que no es, dicho actuar no tiene soporte para mantenerse en el tiempo, y el cimiento firme para nuestros comportamientos y resultados, se encuentra en nuestra identidad, en quienes somos.


Lo bueno es que nuestra identidad no es estática y la podemos ir moldeando en la dirección que nos haga más sentido, en tanto seamos conscientes de esto y nos comprometamos a vivir ese camino de transformación real y no un simple cambio de envoltorio o de discurso.

 

Creo firmemente en que cada uno de nosotros puede ir creando el propio camino personal tantas veces uno lo desee, sin embargo, el camino fluirá de mejor forma si en vez de enfocarnos en los resultados y en la ruta, nos miramos en las profundidades de quienes somos y trabajamos allí los cambios que luego queremos ver expresados en todo lo demás. Esta oportunidad la tenemos a la mano y aunque pueda no ser el camino con más “likes”, estoy convencido que es el camino de mayor plenitud y sostenibilidad.

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Episodio 60: La necesidad del Auto-Liderazgo

En la vida actual estamos tan puestos hacia afuera, la apariencia, los “likes”, la posición y el tan buscado “éxito”, muchas veces nos hacen perder la brújula e irnos por un camino que nos deja a nosotros mismos en un plano segundario, perdiendo la oportunidad de liderarnos a nosotros mismos y poder construir eso que anhelamos ser.

En vez de pensar en lo que quieres lograr, puede sea el momento de pensar en quién te quieres convertir para poder lograr todo aquello. Primero es lo que somos y luego los resultados llegan en consecuencia, por esa razón la necesidad del auto-liderazgo es algo que me parece fundamental poder abordar de manera responsable y constante.

Ya hemos llegado a este episodio número 60 de mi podcast “Un día a la vez” y te comparto estas relaciones sobre el auto-liderazgo.

La importancia del entorno en el crecimiento

La importancia del entorno en el crecimiento

El crecimiento no es solo un viaje personal marcado por nuestra capacidad de soñar nuevos desafíos y movilizar nuestras capacidad hacia ellos, sino también es una cuestión de entornos que hacen más o menos favorables la ocurrencia de nuestros anhelos. 

Con esto no quiero decir que todo es el medio, pues personalmente no lo creo así, pero sí me parece que sería un error pensar que todo es motivación y ponerle mentalidad positiva, pues incluso aunque cada persona tuviera esta capacidad muy presente en sí misma, hay lugares más fértiles que otros para que pasen ciertas cosas. 

De la misma forma que en la naturaleza no todo crece en cualquier parte, impactando el clima, las horas de luz y sombra, la cantidad de agua, etc, lo mismo pasa con nosotros los seres humanos. Las relaciones que construimos, la conversaciones que rodean nuestros días, las redes de contacto que cultivamos, los conocimientos a los que podemos vernos expuestos y aprender de ellos, etc, todo esto nos va haciendo quienes somos y va haciendo más o menos probable que ocurran ciertas cosas. 

Esto nos lleva a la importancia de elegir bien nuestros entornos, de todo tipo: emocional, relacional, cognitivo, de hábitos. Ya que todo esto irá moldeando lo que haremos y en quienes nos convertiremos, y por consiguiente los resultados que seremos capaces de alcanzar para nosotros y quienes nos rodean. 

Así, la importancia del entorno en el crecimiento se vuelve un factor de decisiones trascendentes, aunque aparentemente casuales o circunstanciales, pero que en realidad están en aquellas cosas que decimos hacer, con quienes decimos juntarnos, lo que queremos leer, lo que dejamos de aprender o los hábitos que adoptamos instalar (conscientes o inconscientes de ellos).

Al igual que las personas, los entornos también son dinámicos, nada se queda quieto en este mundo al parecer; por lo que entender que el resto cambia, que el contexto se transforma y que dichas modificaciones tendrán también un impacto en nuestra propia ruta personal, es algo que, me parece, debemos estar atentos y leyendo para poder reconocer cuándo el entorno del que somos parte ha cumplido un ciclo y es momento de levantar la mirada y buscar nuevos contextos que conversen de mejor forma con aquello que deseamos hacer de nosotros en esta vida que pasa rápido y, que hasta donde sabemos, tenemos solo una. 

¿Es tu contexto actual el ideal para los proyectos que tienes para ti? ¿son tus relaciones, conversaciones y actividades las que traerán aquellos proyectos que anhelas en tu vida? es probable que la respuesta no sea tan rotunda y que sea necesario revisar con más detalle para encontrar aquello que se queda y aquello que ha llegado el momento de dejar, al igual que cuando se hace un orden y limpieza en tu bodega o closet, pero esta vez aplicándolo a aquellos elementos fuera de ti que permean y que terminan influyendo de forma relevante en tu propio presente y futuro, no por mero capricho, sino por la importancia que tiene en el entorno en el crecimiento en ti y en quienes más amas. 

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Autonomía emocional

¿Tus emociones depende de otras personas? ¿son los contextos los que dictan las emociones que experimentas? las emociones son una dimensiones fundamental en nuestra vida, nos acompañan en todo momento e influyen en nuestras acciones y decisiones guiando los resultados que obtenemos en nuestro día a día. 

En este nuevo episodio del podcast “Un día a la vez” te comparto algunas ideas y reflexiones de cómo poder construir autonomía emocional y avanzar hacia ser personas más libres, responsables y autónomas, ahora desde una perspectiva de lo que experimentamos emocionalmente. Para que no te gobiernes tus emociones sino que seas tú quien pueda elegir qué hacer con cada elemento que hay en ti.

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Podcast sobre Autonomía Personal

Ser personas más libres tiene un camino que no siempre es sencillo. Lograr mayores niveles de autonomía es crucial para poder conseguirlo. Por eso este mes estoy compartiendo contigo contenidos sobre autonomía personal ¿cómo conquistarla? ¿estamos siendo realmente autónomos? ¿por qué serlo? son solo algunos temas que abordaremos. 

En este nuevo episodio de mi podcast “Un día a la vez” te invito a que puedas reflexionar y evaluar tu nivel de autonomía personal para que sigas avanzando en aumentar tus grados de libertad, autoresponsabilidad y crecimiento interior.

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Lograr una mayor autonomía personal

La autonomía personal es fundamental para conseguir un crecimiento sostenible y que nos permita proyectar nuestra vida con más libertad. Este mes de junio estaré compartiendo contenido sobre este importante tema, con la intención que puedas lograr una mayor autonomía.

En este primer video de “Hablemos de…” de este mes, introduzco este tema y te invito a la reflexión (para una posterior acción) que te ayude a avanzar, lograr y construir esa vida que quieres con mayor libertad y capacidades en tu interior. 

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¿Y si partes de nuevo?

Luego de cierta edad las personas sentimos que hemos recorrido un camino que nos ha permitido aprender, crecer y obtener ciertos logros en nuestra vida, muchos de los cuales, después de alcanzarlos nos esperamos grandemente en poder mantener. Este “aferrarnos” a lo obtenido no tiene nada malo, sin embargo, en muchas ocasiones podría ser lo mismo que abrazarnos a un salvavidas de plomo, y terminamos hundidos en lo que ya logramos, por miedo a “perder”.
 
Esta situación, que le pasa a la mayoría de las personas en más de un momento en su vida, puede explicar en parte el hecho que nos cueste tanto abrir la mano, soltarnos y lanzarnos a lo nuevo. Personalmente, creo que volver a comenzar es una oportunidad maravillosa que tenemos siempre a la mano, aunque muchas veces pensemos que no es así porque nos queremos aferrar fuertemente a lo que hemos conseguido.
 
Empezar de nuevo nos brinda la posibilidad de utilizar todas las experiencias y aprendizajes para hacer las cosas “mejor” que antes, para elegir aquello que nos hace más sentido, que nos ayude a disfrutar de otra manera nuestra vida y construir una nueva etapa para nuestro existir. Quedarnos siempre aferrados al pasado nos ayuda a conservar lo conseguido, pero también nos frena la opción de seguir creciendo.
 
Si estás pensando en hacer un cambio en tu vida, en tu trabajo, en tus relaciones, quizás te cuestionas un millón de cosas antes de dar el paso. Está perfecto que lo evalúes bien y detenidamente, pero por favor, revisa bien cuánto de lo que te frena es miedo y cuánto es realmente un resultado adverso verdadero. Quizás te des cuenta que lo mejor que puedes hacer es dar el paso en esa nueva dirección.
 
Te invito a que lo pienses, lo medites pero no te quedes aferrado en aquello que ya es parte de tu pasado, que te servirá como aprendizaje y será de utilidad para lo que pasará en el futuro, pero no será tan bueno como lo que está por venir. Dar el paso con fe y convicción te ayudará a que el camino sea mejor, y para ello debes regalarte la posibilidad de cambiar. ¿te animas a dar el salto a tu siguiente desafío?