aprender matematicas

Aprender matemáticas con ejercicios corporales

Lograr aprender matemáticas es un desafío para estudiantes, profesores y el sistema educativo en general, por esa razón Traci Lengel y Mike Kuczala han estudiado y practicado una nueva forma de lograr este desafío.

 

En el libro “The Kinesthetic Classroom”, las autoras exploran y comparten cómo sus clases de matemáticas involucran a estudiantes fuera de sus puestos realizando una serie de ejercicios corporales que ayudan, según muestran en sus investigaciones a aprender de mejor forma las matemáticas, logrando aumentar la asociación y retención de ésta.

 

Aprender matemáticas con ejercicios corporales pudiera parecer algo extraño o, a lo menos, alejado de la forma tradicional en que las personas hemos aprendido esta habilidad lógica de nuestra cognición.

 

Sin embargo, Lengel y Kuczala han mostrado que no es solo aprender formulas, sino que también lenguaje matemático y geométrico, el cual apoyado con movimientos corporales se aprende más fácilmente y se recuerda por mucho más tiempo.

 

El tan anhelado aprendizaje significativo del que tanto se habla, parece hacerse presente cuando no solo aprendemos con “la mente”, sino que también involucramos el movimiento corporal en ese proceso.

 

Todo esto debiera hacernos cuestionar, la aún imperante cultura del orden, el silencio y la quietud al interior de la sala de clases, cosa que no solamente es casi inhumano pedírsela a niños y niñas en crecimiento, sino también poco apto para el proceso de aprendizaje.

 

Aprendemos con las ideas, las emociones y el cuerpo; y de hecho, aprendemos mucho mejor cuando usamos todas estas dimensiones en experiencia inmersivas, significativas y que le dan sentido al aprendizaje.

 

Así que, si vas a aprender o enseñar matemáticas, te recomiendo que leas este interesante libro “The Kinesthetic Classroom” y nos abramos a pensar el modelo educativo centrado en cómo somos y aprendemos, y no más en cómo nos enseñaron que debiera ser.

aprendizaje de idiomas

¿Cómo se relaciona el aprendizaje de idiomas con la inteligencia?

Personalmente, siempre me ha parecido apasionante el mundo de los idiomas, por su capacidad de brindarnos un nuevo entendimiento de las cosas y la posibilidad de abrir nuevos mundos frente a nosotros.

Esto me llevó a una publicación del World Economic Forum que llamó mi atención, y me llevó a preguntarme ¿cómo se relaciona el aprendizaje de idiomas con la inteligencia?

Quizás podríamos caer en la idea simple de que las personas más “inteligentes” pueden aprender de forma más rápida otros idiomas. Sin embargo, en esta publicación realizada por Rob Smith, se comparte una interesante información sobre cómo funciona la mente a la hora de pensar, y por lo tanto, de desarrollar nuestras habilidades cognitivas que dan vida a lo que podemos entender por la inteligencia o también, la razón.

La idea planteada por Smith, es esencialmente que las personas al momento de pensar lo hacemos usando nuestro lenguaje, basado en el idioma que hemos aprendido. Al incorporar un nuevo idioma, con un gran número de términos, éstos los asociamos con imágenes en nuestra mente, lo que nos permite pasar el concepto abstracto de “zapato” o proyectar en nuestro interior la representación gráfica de lo que conocemos como tal, así como el uso que le podamos dar a este artículo cotidiano.

Para decirlo en “fácil”, las palabras las asociamos a imágenes que nos ayudan a incorporar nuevos conceptos y representaciones del mundo y, por lo tanto, nos ayuda a pensar.

Cuando aprendemos otros idiomas, no contamos con las mismas representaciones gráficas de estas palabras nuevas, por lo que necesitamos asociar las palabras del nuevo idioma a nuevas (o antiguas) representaciones gráficas que podamos tener sobre dichos términos. Esta es la explicación de por qué las personas logramos pensar de mejor forma y en nuestra lengua materna, porque tenemos más asociaciones de significado en dicho idioma, que en una nueva lengua.

¿Impacta el aprendizaje de idiomas con la inteligencia?

Pero ¿cómo se relaciona el aprendizaje de idiomas con la inteligencia?… el asunto funciona de la siguiente manera. Al incorporar una segunda (o tercera) lengua, vamos ampliando nuestras representaciones mentales para éstos nuevos términos, lo que nos ayuda a darle una interpretación más amplia a los conceptos que aprendemos, lo que más que hacernos “más inteligentes” en realidad nos permite pensar de forma más amplia con nuevas asociaciones conceptuales e imágenes mentales que nos ayudan a complementar nuestro actual significado de las cosas.

Así que la próxima vez que nos preguntemos, si las personas inteligentes pueden aprender más rápido o lento un idioma, más bien debiéramos entender el aprendizaje de idiomas se relaciona con la inteligencia, en tanto nos ayuda enriquecer la capacidad cognitiva de interpretar el mundo por medio de las palabras y las representaciones que asociamos a éstas.

pexels-mentatdgt-937483

Las nuevas competencias profesionales

A esta altura de la transformación cultural, social, tecnológica y económica que estamos viviendo a nivel global, para nadie debiera ser un misterio saber que la educación necesita adaptarse como nunca en su historia. Esta adaptación no consiste únicamente en la incorporación de nuevos contenidos curriculares o tecnologías de enseñanza-aprendizaje, sino que esencialmente de un cambio de foco, para promover que los estudiantes desarrollen competencias que realmente impacten en el entorno en que el que se deben desenvolver.

A las competencias de trabajo en equipo, visión estratégica y adaptación al cambio, que vienen hace años en los deseos declarados (pero no siempre en la realidad aplicada), se suman aprender a aprender y aprender a ser, dentro de los ejes claves de una educación que promueve el autoconocimiento, la integralidad humana y un quehacer que va más allá de lo productivo y eficiente, sino que incorpora los ejes de bienestar integral como parte de lo requerido.

Ya nadie quiere (o no debería buscar) personas que matan y mueren por el trabajo, sino que personas que aman su trabajo y se cuidan de forma sostenible. Así también ocurre con el liderazgo, dejando atrás esos líderes carismáticos y avanzando a facilitadores del aprendizaje colectivo.

Son varias las transformaciones que nos invitan a volver a mirar nuestras propias competencias y aquellas que deben ser desarrolladas por un sistema educativo y social que pretende lograr un mundo más sostenible y feliz, en un contexto de cambio e incertidumbre amplia y sin final.

Aprender a cambiar constantemente es convertirse, de cierta manera, en un aprendiz experto, alguien que está permanentemente incorporando nuevos conocimientos, y que logra ir más allá al plasmar ese aprendizaje en comportamientos y hábitos que transforman su vida y su entorno.

Ya sabemos, profusamente, que el conocimiento no cambia nuestra forma de ser y de hacer, sino que nos brinda nuevos contenidos que alojan en la dimensión de la cognición. No obstante, al no aplicar estos conocimientos y llevarlos de forma cotidiana a nuestra vida, se vuelve inerte y pierde su potencial de fabricar el cambio en las personas. Es por eso que las nuevas competencias deben estar en el mundo de lo aplicado, desde la inteligencia emocional usada al servicio cotidiano de nuestra gestión personal, pasando por el liderazgo, la comunicación y la gestión de la incertidumbre, que más allá de conceptos tienen sus aplicaciones cotidianas.

Revisar nuestras propias competencias e invitar a mejorar en cada una de las brechas de oportunidad que podemos encontrar, es un ejercicio necesario. Nosotros en HPI International, estamos ayudando a empresas y universidades a poder conocer sus niveles de competencias y prepararse con las habilidades que se requieren en la actualidad y que serán vitales para el futuro de las personas, equipos y organizaciones.

pexels-pixabay-265076

Educación sin rumbo

Casi todas las personas hemos sido testigos de los cambios que ha tenido el sistema educativo en las últimas décadas, ya sea que lo hemos vivido como estudiantes, apoderados o familiares. No solamente han ido cambiando los nombres de las materias que son enseñadas en las escuelas, sino también la prioridad que éstas tienen al interior de los curriculums, cada vez más pensadas en aquellas áreas que se buscan medir en las pruebas estandarizadas para ir a “competir” con el mundo.

Es así que ya no vemos filosofía (fundamental para aprender a pensar y cuestionarnos las cosas), o cada vez encontramos menos horas de educación físicas (clave para la salud, la motricidad y el desarrollo motor) o hemos dejado de lado las artes plásticas o musicales, que son un verdadero gimnasio para nuestro desarrollo cognitivo, sensorial y cerebral.

Pareciera ser que todo lo que debemos saber se sustenta en matemáticas y lenguaje, como si los aprendizajes no estuvieran conectados con otras áreas en nuestro cerebro y bastase con esos dos elementos de contenido para formar personas.

Son muchas otras las variables que han venido afectando, como las importantes brechas que tiene un gran número de profesores para realizar un buen trabajo de enseñanza-aprendizaje, o la desvinculación y desidia de las familias hacia el desarrollo y la formación de valores y hábitos de sus propios hijos.

Con todo lo que podemos ver es que la educación, que es un pilar fundamental en el desarrollo de las personas y la sociedad, ha estado siendo sometida a un juego de caprichos más políticos y estéticos, que a la gestión desde la importancia que esta tiene, con las más diversas disciplinas y la comprensión de la diversas de personas y talentos, en vez de la estandarización de mano de obra mal calificada.

Mientras los cambios en el mundo nos piden mayor creatividad, innovación y capacidad de navegar en un entorno complejo e incierto, se nos enseñan reglas que deben memorizadas y repetidas, limitando la expresión de las artes, el cuerpo y la experimentación, tan necesarias para lograr lo que verdaderamente necesitamos usar en nuestro día a día. Mientras tanto hablamos de innovación, seguimos enseñando a tener “la respuesta correcta” y a “no equivocarse” por medio de un sistema que evalúa la obediencia ciega y no la reflexión consciente y el cuestionamiento constructivo para lograr nuevas respuestas por medio del natural ensayo y error.

Al momento de las críticas son muchas las voces que podamos ir señalando elementos que deben ser corregidos, sin embargo, al momento de los cambios pareciera ser que ni las autoridades, ni los gremios, ni los propios afectados (estudiantes y familias, por mencionar un par, ya que esto afecta a toda la sociedad) parecieran darse cuenta del tremendo error y riesgo que esto significa para nuestras mentas, nuestro desarrollo integral, el futuro que estamos construyendo y para el destino diario que corremos con tanta cojera evolutiva.

Así, la educación ha de ser lo que siempre ha debido ser. Una instancia de juego, de ensayo y error para el descubrimiento que ilusiona, crea y nos ayuda a llegar más lejos, desde aquello que nos parece sencillo y menor, hasta aquello que transforma la realidad de millones. Necesitamos volver a comprender que debiéramos iniciar cada jornada con educación física, aprender a convivir, a comer y nutrirnos, aprender a respetarnos los unos a los otros, antes de pensar cuántos puntos tuvimos en matemáticas o ciencias. Debemos comprender que las artes estimulan nuestro cerebro y nuestros corazones de una forma tal, que nos ayudan a canalizar experiencias y emociones, creando nuevas cosas que ayudan a innovar y cambiar lo dado.

Es momento de que vayamos poniendo cada cosa en su sitio. Los slogans en los manuales de marketing y estudio de psicología de masas, y la educación en el centro de nuestro desarrollo profundo y no de la competencia en una vara inútil para una competencia ciega.

caratula podcast (3)

Episodio 70: La necesidad de hacer una pausa

Tan importante como tomar acción para lograr lo que queremos, es también darnos un tiempo para reflexionar, aprender y encontrar nuevas oportunidades de crecimiento y mejora personal. 

He sido siempre un convencido y comprometido de la acción. Creo que no hay nada más poderoso que el trabajo comprometido y persistente. Sin embargo, también he ido aprendiendo con el tiempo, la importancia del descanso, del decante y del reposo interior como una oportunidad para asentar aprendizajes, planificar el futuro y ordenar ese mundo interior tan diverso y complejo. 

En este nuevo episodio de mi podcast te invito a que juntos nos demos esa pausa necesaria y nos encontremos con esos momentos que tal vez nos hacen falta. 

 
caratula podcast (2)

Episodio 69: Aprendamos a jugar tetris para la vida

El tetris era un juego fabuloso que disfrutamos durante los años 90 y que nos dejó varias lecciones que podamos aplicar a nuestra vida en la actualidad. La capacidad de dar un órden a cada cosa y ponernos el foco de lograr nuestras metas.

En este nuevo episodio de mi podcast comparto contigo algunas reflexiones que nos pueden ayudar a poner foco, lograr resultados y aligerar nuestra mente y nuestras emociones.