Los seres humanos somos seres gregarios, estamos hechos para compartir y construir relaciones. Sin embargo, eso no significa que tengamos las habilidades o el enfoque adecuado para llevarlas adelante, si así fuera todos los vínculos serían saludables, duraderos y satisfactorios, pero eso no es así. Por esa razón, es importante que no crees relaciones transaccionales, sino que le des un giro a tu forma de vincularte.
Llevo más de 10 años como fundador de startups y he podido conocer muchísimas personas a lo largo de este tiempo. Una de las cosas que he visto muchas veces, y tengo la impresión de que se ha acrecentado en los últimos años, es el enfoque transaccional.
Antes uno se juntaba a tomar el café, ahora la mayoría de las veces es una videollamada. Así como ahora las fotos se publican con filtro, pareciera ser que los encuentros humanos también los están usando, como si eso ayudara realmente en algo.
Nada convence más que lo genuino, de la misma forma, como la mejor forma de abrir oportunidades es ayudar a otros para que también consigan lo suyo. No obstante, estamos repletos de relaciones transaccionales, yo te doy estoy y tú me das tal cosa. Es decir, un negocio, pero no una relación.
Claro que en todo vínculo humano tenemos una transacción, de tiempo, atención, ideas, emociones, etc. Sin embargo, me pregunto si este es el modelo aplicable a todo en la actualidad, o tal vez no a todo, pero sí a más cosas de las que debieran ser.
Personalmente, también fui así durante muchos años. Tal vez porque viví las relaciones superficiales, los vínculos de interés y el aprovechamiento, es que con los años mi mirada cambió y solo quiero vincularme con aquellos que realmente desean abrir colaboración que agrande la torta y no que sólo piense en cómo la repartimos.
Los seres humanos tenemos una capacidad creativa única, tan grande que, si nos juntamos e intercambiamos de forma abierta y generosa las miradas, experiencias e ideas, seguro creamos cosas más grandes y mejores. Pero claro, si te comparto la idea “me la van a robar”. Las ideas son gratis y andan tiradas en el piso, la magia siempre ha estado en aquellas personas capaces de tomar ideas y convertirlas en realidad y, ese proceso de transmutación del pensamiento, como diría Napoleón Hill, ocurre de mejor manera cuando lo hacemos en red, colaborativamente.
Muchos hablan de economía circular, valor compartido, redes de mentoría y tanta cosa, y yo les pregunto ¿están dispuestos a contribuir sin mirar la calculadora? Si lo estamos, de forma genuina y constante, veremos que esa misma calculadora ahora sólo sabe de multiplicar, porque en el encuentro de lo humano surge lo divino, abundante y las oportunidades que antes permanecían ocultas.
En tiempos de grandes cambios y desafíos de enorme tamaño, la construcción de redes y vínculos es una necesidad y algo que debemos promover. No obstante, si lo hacemos desde la transacción y cómo saco algo para mí, seguiremos debilitando la magia de hacer comunidad, colaboración y construcción conjunta.
Hoy, no crees relaciones transaccionales, sino que redes de colaboración recíproca, genuinas, abiertas y generosas. Así como la vida humana siempre se ha dado en comunidad, en la actualidad, los negocios y las organizaciones también deben construirse con la misma óptica, apalancando las fortalezas de cada uno para obtener resultados alentadores en un mundo altamente complejo y desafiante.