Joseph Goebbles fue la persona responsable de llevar a cabo las estrategias de comunicaciones de Hitler con el propósito de controlar a las masas y poder persuadirlos o someterlos a sus planes ya por todos conocidos. Dentro de sus frases más conocida está aquella que decía: “miente, miente, miente que algo quedará, cuánto más grande sea la mentira más gente la creará”.
Se vino a mi mente este personaje y sus dichos dado lo que podamos ver en la actualidad, en que la pos-verdad (a mi gusto una forma educada de llamar a la mentira) se ha tomado todos los espacios. Cualquiera puede decir cualquier cosa, sin pruebas, sin juicio, sin sustento alguno, total se dedican a aplicar los principios de Goebbels, uno de los responsables del exterminio de millones y millones de personas por medio de su estrategia de propaganda masiva.
Todos hemos escuchado historias. Las personas compartimos miradas y opiniones con otros, y desde ahí construimos opiniones y creemos en cosas, y la mayoría de ellas son derechamente mentiras, pero van construyendo opinión y desde ahí ayudando o denostando posturas, ideas, personas, etc. Hoy existen muchos y muchas seguidoras de Goebbles, quizás sin saberlo, quizás en la unión valórica de que el fin justifica los medios, incluso cuando el fin es el más infame posible.
Debemos hacernos un favor a nosotros y a nuestro entorno y alejarnos de estos principios. Es tan fácil despotricar falsedades para tapar la basura que tenemos bajo nuestros pies. No solo lo he visto, sino que también lo he vivido. Gente que culpa al resto de sus penurias y bajezas, sin hacerse cargo de nada (no es muy difícil a lo que vemos en el mundo político).
Espero que podamos ser discípulos de otros personajes de la historia, de los Gandi, Luther King, Jesús, de aquellos que dieron luchas con la verdad de frente, con las manos abiertas y sin haberse mal habido aquello que decían o mostraban. La integridad se basa en la verdad, y ésta no es relativa como nos quieren hacer pensar muchas veces. Es cierto que cada uno tiene su punto de vista, pero eso no cambia la realidad de los hechos, de los comportamientos, de las situaciones concretas de nuestro entorno.
Deseo que el mal que hizo Goebbles con sus principios aplicados a las comunicaciones, no sea propio de nuestro comportamiento, que no se haga parte de nuestras conversaciones, ni mucho menos de la forma de relacionarnos con nosotros mismos ni con los demás. Finalmente, solo la verdad nos hará libres.
