Las rutinas han sido mal miradas desde hace mucho tiempo. Las personas usamos las expresiones como “salir de la rutina” ligado algo entretenido y que nos viene bien, dejando nuestras rutinas como algo monótono, aburrido y que debiéramos tratar de evitar a toda costa. Sin embargo, lo que muchas personas olvidan es el verdadero valor que tienen las rutinas en nuestras vidas, y cómo una rutina nos puede ayudar a construir resultados y una vida más plena, o bien, llevarnos a una situación cada vez menos favorable a todo nivel.
Dada a su “invisible” importancia en nuestra calidad de vida es que he querido dedicar unos minutos a escribir este post y compartir contigo algunas reflexiones sobre el valor de la rutina y cómo tú también puedes construir nuevas formas de hacer las cosas que te permitan aumentar tu motivación, mejorar tu autoestima, potenciar tu capacidad de logro, mejorar tu salud mental y mucho más.
En estos tiempos en que las cuarentenas han hecho estragos en la vida de millones de personas, y muchos otros no saben aún cómo llevar el teletrabajo, las clases virtuales de los hijos, las cosas de la casa y el tiempo personal, las rutinas quedan al descubierto y se vuelven la pieza fundamental para construir un nuevo estilo de vida que sea efectivo, beneficioso y nos brinde mayor tranquilidad en el día a día.
Una de las cosas que causa mucha ansiedad y angustia en las personas, se relaciona con la sensación de pérdida de control. Hoy que muchos lugares del mundo se ven obligados a establecer cuarentenas, restringir la movilidad de las personas y establecer nuevas formas de llevar el día a día y que nos cuiden a todos, entonces nuestras rutinas habituales han quedado obsoletas, sentimos que no controlamos nuestra vida y que “hacemos agua” entre tantas exigencias y la poca capacidad de sacarlas adelante.
Algunos nos plantean que tenemos que aprovechar este tiempo para ser más efectivos y construir una nueva versión de nosotros mismos, mientras otros nos llaman a tomarnos el tiempo necesario para estar mal y quedarnos un tiempo “estáticos” hasta que nuestras emociones puedan decantar. Sin importar la estrategia que te haga más sentido o quieras tomar, NECESITAS CONSTRUIR RUTINAS.
Las rutinas son patrones de comportamiento que hacemos de forma similar una y otra vez (no tienen que ser 100% iguales, es suficiente con que compartan una patrón similar). Esto nos ayuda a estructurar nuestros días y la manera en que enfrentamos los diferentes asuntos que tenemos por delante. Al construir rutinas, éstas se convierten en hábitos y en tanto lo sean nos costará cada vez menos llevarlas adelante, reduciendo el cansando, estrés o requerimiento psico/emocional que nos tomaba hacerlas al inicio.
Si siempre estamos enfrentando un contexto nuevo o desordenado, nos vemos obligados a navegar en terrenos estresante, pero si le damos una forma (la que quede mejor y sea funcional para tu propia realidad) entonces este estresor desaparece poco a poco.
Por otra parte, las rutinas nos ayudan a optimizar nuestras capacidades porque nos permite poner foco perceptual en aquello que estamos haciendo. Si ahora voy a cocinar, haré eso, si estoy trabajando en algo puntual, solo me aboco a eso, y así logro poner mis pensamientos, emociones y capacidades al servicio de un solo propósito, logrando ser más efectivo. ¿Pero es que acaso hay que ser efectivo en la vida? pues mi respuesta es que Sí, y la razón es muy sencilla. No solo ser más efectivo te ayuda a lograr tus resultados de todo tipo, sociales, materiales, personales, espirituales, etc; no solo te ayuda a construir un patrón de pensamiento y acción que colabora a lograr sostenidamente en otras áreas de tu vida, sino que también te ayuda a sentir satisfacción tras cada uno y pequeño logro diario, hacer tu cama, terminar a tiempo, haber destinado un momento de ocio, poder leer con tranquilidad, hacer trabajos escolares con tus hijos y terminar de buena forma, en fin, eso mejora tu autoestima, te motiva y ayuda a enfrentar de mejor forma el siguiente desafío, además de hacerte sentir que recuperas control sobre tu contexto, lo que disminuye tu ansiedad, estrés y otros cuadros asociados.
Tener rutinas realmente hace bien, no tiene que ser una rutina previamente establecida por alguien más, este es un proceso de ensayo y error personal, pero tenerlas te ayudarán a llegar más lejos y mejor, disfrutar el proceso, ordenar tu día a día y así poder usar de mejor forma todas tus capacidades y recursos personales.
¿Qué rutina te gustaría tener?