Skip to content Skip to sidebar Skip to footer

Aléjate del miedo

Todos los días reviso mis diferentes redes sociales y veo como surgen cada día más y más instancias donde las personas hablan, comparten contenido e invitan también a contratar sus servicios. Esto me parece fantástico, entre más abierto y democrático sea el acceso a lo que cada uno necesita o anda buscando, mejor para todos.
 
Sin embargo, me ha llamado poderosamente la atención de dónde ponen el foco estas personas, al momento de compartir, recomendar o vender. Para hacerlo más claro, pondré dos ejemplos que he visto en este mismo día.
 
 
En la mañana, mientras revisaba mi cuenta de instagram vi una publicidad de un grupo que está enseñando a montar un e-commerce para poder levantar un negocio totalmente digital. Insistían mucho en mencionar la enorme oportunidad que se encontraba en el contexto actual, y cómo poder aprovechar este momento para innovar, generar una nueva empresa o potenciar un negocio actual. Me pareció que lograban comunicar su oferta con claridad, una mirada de oportunidad sobre el contexto y sin ese entusiasmo hilarante que algunos usan y que da más sensación a charlatanes que a gente profesional. Ellos no, se veían serios y transmitían fuertemente una idea positiva.
 
Hace tan solo unos minutos (algunas horas después de lo anterior), veo a una psicóloga que inicia su discurso en redes sociales señalando que “todos sabemos que es un momento difícil, complicado, problemático” y así seguía con una larga lista de adjetivos, sumado a una cara y tono que a los 10 segundos (literalmente) me hacía pensar que el mundo terminaría pronto, para luego seguir ofreciendo atención psicológica, y sentí, de forma muy personal, que era como una persona que enferma al resto para luego vender “la cura”.
 
Esta situación me llevó a escribir este post para compartir mi impresión de cómo las personas iluminamos lugares que tantas veces no nos sirven, o derechamente que con el afán de “ayudar”, muchas veces terminan siendo cajas de resonancia de una mirada repleta de limitaciones que hablan más del propio estado interno que de una “realidad objetiva”. Es cierto que estamos enfrentando cambios y nos vemos desafiados a adaptarnos y responder a un contexto nuevo, pero de ahí a “gritar” en redes sociales que todo va mal me parece triste y, de cierta manera irresponsable.
 
Cada uno de nosotros puede elegir libremente cómo quiere leer y vivir cada experiencia y contexto, algunas de ellas nos ayudarán de mejor manera a nuestra tranquilidad y bienestar. Es cierto que el temor moviliza a la acción, pero ¿vender desde el miedo? me parece humanamente bajo (ojo, no juzgo a la colega y sus propios miedos, sino que comercialmente me parece poco ético). Creo que este es el momento para renovarnos, enfocarnos en lo que sí depende de nosotros para aprender, mejorar, crear, evolucionar, resolver nuestros temas pendientes, atender nuestros gustos olvidados, tomarle el sabor a aquellas cosas que hace 2 o 3 décadas atrás aún podíamos disfrutar con los nuestros y que hoy en nombre del progreso hemos dejado atrás por una vida en piloto automático.
 
Alejar el miedo de nuestra mente y nuestros estados internos nos ayudará a mejorar nuestra calidad de vida, que sin importar el contexto, podemos elegir cómo lo queremos llevar día a día, y tú ¿qué harás?
Conversemos

5900 Balcones Drive, STE 4000 Austin, TX 78731, USA.

Newsletter

Isaías Sharon Jirikils © 2023. All Rights Reserved.

Cart0
Cart0
Cart0