Las oportunidades están a la vuelta de cada esquina, en cada conversación, información y contexto, sin embargo, existen algunas personas que logran percibirlas de forma oportuna y hacer algo con ellas. ¿Cómo podemos aprender a gestionar las oportunidades que surgen en nuestra vida de una forma más efectiva?
En mi experiencia personal como empresario y también como coach acompañando a cientos de personas de las más diversas áreas y realidades, una de las cosas que he percibido es que las oportunidades no es algo reservado para ciertas personas en especial, o gente que tenga cualidades particularmente extraordinarias, sino que son para personas que logran aplicar de forma consistente tres claves fundamentales que les permita utilizar cada situación a su favor y construir incluso de aquello que parece una destrucción.
Es a partir de esta experiencia, que quiero compartir las 3 claves para aprovechar las oportunidades, sin importar el tipo de oportunidad al que nos veamos enfrentados.
En primer lugar, nuestro nivel de consciencia será vital para aprovechar las oportunidades. Muchas de ellas se presentan de las formas más inesperadas y cotidianas, mientras caminamos, nos bañamos, en conversaciones del día a día, un libro, o en cualquier otro lugar. Por esta razón, si no estamos atentos a lo que vivimos en el día a día, las oportunidades pasarán al lado nuestro y no nos daremos cuenta. Por ello, el primer consejo es estar más atentos, conscientes de lo que nos pasa, lo que vemos, escuchamos y sentimos, y cómo aquello puede ser útil para lo que hacemos o queremos hacer.
Un segundo consejo para aprovechar las oportunidades, tiene que ver con la claridad de nuestros objetivos. Al saber lo que queremos conseguir, entonces podremos dilucidar con más facilidad aquellas cosas que nos puedan ayudar a conseguir lo que queremos, o hacerlo de mejor forma, potenciando nuestras capacidades y siendo más efectivos.
Otra clave que nos puede ayudar a este objetivo de aprovechar las oportunidades que surgen en nuestra vida, dice relación con nuestras emociones. Muchas veces no escuchamos lo que nos pasa y solo evaluamos las oportunidades de una forma racional, sin embargo, nuestras emociones tienen mucho que decir en estos casos, tanto para tomar mejores decisiones, como para poder tomar acciones que nos ayuden a sentirnos mejor y evitar así las típicas “victorias pírricas”, es decir, aquellas en que logramos lo que queremos pero a un costo tan alto que finalmente nos arrepentimos.
Las oportunidades están a la mano de todas las personas, pero debemos aprender a calibrarnos internamente, sino corremos dos riesgos importantes; por una parte, el ser inconscientes de las oportunidades que están en nuestro camino y con ello perder la posibilidad de seguir creciendo y conquistando nuestras metas. O, por otra parte, tomar oportunidades que en realidad no van alineados a nuestros objetivos personales y propósito de vida, y que por tomar la oportunidad nos estemos realmente alejando de nuestro camino.
Así que ve por las oportunidades, pero asegúrate de tener la claridad interna que te permita elegir las que edifican en tu vida, y no aquellas que te harán perder el foco de lo que verdaderamente quieres para ti.